Si aún la hay y la esperanza la dan los estudiantes que uno encuentra con dedicación, aquellos juiciosos. aquellos interesados en lo que estan aprendiendo.
Hoy me ha molestado una frase de un semiindigente que se subió en un vehiculo de servicio público, que presumia de rehabilitador de desadaptados, un farsante seguramente. Dijo que las universidades eran peor que el cartucho en Bogotá. Una afirmación realmente estupida y fuera de todo contexto. Aunque hay problemas de consumo de droga, ni todos los estudiantes son basuqueros como si ocurre en la llamada calle del cartucho, ni estamos en medio de un nido de hampones. Con razon dicen que la ignorancia es atrevida, la sola comparación es una ofensa.
Y asi mucha gente vea solo lo negro lo negativo y lo oscuro, yo aún veo esperanza y futuro, recuerdo un nombre y una cara: Maria Alejandra. Ella con su mirada limpia, con su seriedad y con su actitud fue para mi un motivo para dictar clase, cuando se que hay personas como ella digo. "Aún hay esperanza"
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